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Un jugador del Real Jaén patina en el terreno de juego encharcado donde se disputó el partido.
Serio resbalón para cerrar el año
REAL JAÉN

Serio resbalón para cerrar el año

El conjunto jienense finaliza la primera vuelta del campeonato liguero con 22 puntos y sin ganar lejos del Nuevo La Victoria un solo partido liguero

OPTA Y JOSÉ A. GUTIÉRREZ

Domingo, 18 de diciembre 2016, 00:38

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El Real Jaén cerró el año 2016 con una derrota ante el Jumilla que le acerca a los puestos de descenso. Un mal trago en tierras vinícolas, que pone el colofón a una primera vuelta sin conocer la victoria en el rol de visitante. El conjunto murciano solventó el choque gracias a los tantos de Titi en la segunda mitad y se coloca cuarto a la espera de que se disputen los encuentros de este domingo. Ayer, el conjunto entrenado por Ramón Tejada disputó un partido con muchas carencias e imprecisiones y al final acabó perdiendo por dos goles a cero. El encuentro se disputó sobre un encharcado campo de fútbol del Polideportivo Municipal 'La Hoya' de Jumilla, ya que durante el sábado se recogieron más de veinte litros de agua por metro cuadrado. Se planteó incluso la posibilidad de la suspensión, pero el cuadro jienense apostó por jugar para evitar un nuevo desplazamiento. No están las arcas para gastos.

El Jumilla saltó al campo muy motivado tratando de hacerse con el dominio desde el inicio. A los quince minutos llegó una triple ocasión para el conjunto jumillano: primero con un remate de Titi que no pudo batir a Felipe Ramos, que más tarde fue el gran protagonista con una parada a bocajarro de Robles al saque de un córner y un posterior remate de Neftalí que sacó el portero madrileño. Eran los primeros avisos de un Jumilla que no se mostró acertado en la primera mitad. Y la confirmación de que el Real Jaén cuenta con un seguro, de superior categoría, bajo palos.

Hay quien opina que en los primeros minutos de estos partidos se juega el encuentro que quieren los entrenadores, después es otro cantar. Sólo un gol es capaz de sacar ese tapón táctico, y darle un mayor protagonismo a la rebeldía de los jugadores. Pero ayer el gol no quiso hacer acto de presencia en la primera mitad. Tampoco es que los futbolistas hicieran muchos méritos. Los jienenses no confeccionaron muchas acciones de peligro y los locales se toparon con el muro que representa Felipe Ramos.

Cierto es que ayer, por las adversas condiciones climáticas, no era el mejor día para que se lucieran los peloteros con clase. Tocaba aparcar la calidad y la técnica, quien fuera dueño de ellas, y apostar el otro fútbol, y por tener presencia en el área rival para forzar el error del adversario. Y ahí fue el Jumilla el que se mostró más certero.

El esférico rondaba, de forma constante, el área jienense. El Jumilla estaba haciendo valer la mayor veteranía de sus futbolistas. Lo estaba pasando muy mal el Real Jaén.

Al larguero

A los 26 minutos de juego, Manolo probó suerte desde fuera del área y repitió poco después al sacar un córner donde a punto estuvo de lograr un gol olímpico, ya que el balón se fue cerrando y acabó tocando el larguero de la portería del Real Jaén.

El equipo jienense por su parte se limitaba a frenar las acometidas del rival y apenas inquietó la meta contraria. Sergio Molina metió un balón largo al área pero la defensa intervino para despejar el esférico.

En el minuto 37 los locales tuvieron la última en un disparo de Julio de Dios que despejó como pudo Felipe Ramos. La mejor noticia para el Real Jaén, que no había firmado un sólo lanzamiento entre los tres palos de la meta rival, era llegar al intermedio sin goles

A la opinión pública se la seduce ganando, eso no se discute. Que jugar bien es el mejor camino posible hacia el éxito, se sigue y se seguirá discutiendo. Ayer no era el mejor día para apostar por un fútbol exquisito, aunque tras la reanudación los blancos mejoraron sus prestaciones ofensivas. Pero era sólo una fugaz ilusión. Así, el segundo periodo mostró a un Real Jaén mucho más entonado, coincidiendo también con un terreno de juego que ya no estaba tan encharcado.

Se animó el cuadro de Tejada en el inicio de la reanudación y Jero tuvo que emplearse para despejar un lanzamiento lejano de Santi Villa en el minuto 52. Pero fue un mero espejismo ya que en el 61 iba a llegar el primer tanto del Jumilla. Titi aprovechó un balón frenado por el agua para marcharse en velocidad y anotar el 1-0. Su séptimo tanto en competición liguera. El gol, como suele suceder en este deporte, reforzó la idea y la confianza del Jumilla y afectó a la línea de seguridad de los jienenses. Felipe Ramos salvó el dos a cero ante Perona, completamente libre de marca en el área pequeña.

Intentó el Real Jaén igualar el choque. Santi Villa, con el viento a favor, lanzó una falta que se envenenó y obligó a Jero a hacer una buena parada para evitar el gol en el minuto 63. El Real Jaén había reaccionado de inmediato al gol encajado pero no conseguía acertar con sus llegadas.

La estrategia del técnico local, moviendo sus fichas tras el descanso, estaba dando sus frutos. Había decidido apostar por colocar a Perona por la derecha y aprovechar la velocidad de Titi arriba.

A los 70 minutos pudo empatar el cuadro jienense ya que Vitu dispuso de una buena ocasión en un balón suelto que se frenó por el agua, y con la portería vacía envió fuera muy cerca del palo. El propio Vitu lo intentó a continuación pero tampoco encontró portería.

Y lo que llegó de nuevo fue el tanto para el Jumilla. En el minuto 74 Titi se marchó por el centro y con un disparo raso batió a Felipe Ramos haciendo subir al marcador el 2-0 que a la postre sería definitivo. No había sido justo en esta ocasión el fútbol con el Real Jaén que encajaba el segundo tanto cuando más se había volcado en la meta contraria.

El cansancio acumulado fue multiplicando las imprecisiones y los errores y el fútbol perdió toda su fluidez. Sólo a balón parado se podría desnivelar el marcador. Pero el último pase nunca era el adecuado.

Pero aún tuvieron tiempo los jienenses de recortar diferencias cuando en el minuto 89 un disparo lejano de Santi Villa se estrelló en el travesaño.

El Jumilla logró que los blancos se sintieran incómodos durante toda la primera parte, y desesperados, cansados y definitivamente confundidos en la segunda mitad. No encuentran el gol.

Terminado el duelo lo que llovió fue un alud de críticas a la figura de Ramón Tejada, entrenador y director deportivo del Real Jaén. Un juicio sumarísimo que convendría hacer con algo más de calma y sosiego. Tejada, como cualquier mortal, tiene sus pecados pero antes de excomulgarle convendría recordar las críticas que recibieron entrenadores anteriores como Carlos Terrazas, presente ayer en tierras murcianas, Manolo Herrero o José Jesús Aybar, al que el crédito de confeccionar un bloque que valió un ascenso no le sirvió para llegar más lejos del mercado invernal. Le sustituyó Berges, cuando el equipo se codeaba con los puestos de privilegio, y el Real Jaén acabó desinflado y cerca de los puestos de descenso. Los relevos no son garantía de éxito.

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