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Real Jaén

la crónica

Año nuevo, resultado viejo

Pinchazo. El Real Jaén no pudo superar al filial, quinto por la cola, y volvió a tropezar en casa.
Pinchazo. El Real Jaén no pudo superar al filial, quinto por la cola, y volvió a tropezar en casa. / Juande Ortiz
  • Volvieron los pitos a La Victoria en un partido espeso del Real Jaén, que pese a ello mereció ganar al Córdoba B

Año nuevo, resultado viejo. El Real Jaén comenzó 2015 con otro empate y van diez en diecinueve jornadas. Siete triunfos y dos derrotas completan sus números al término de la primera vuelta, que finaliza cuarto con los mismos puntos que el quinto y a seis del primero. Ha jugado contra todos y solo ha superado a siete de sus diecinueve rivales. Si la liga acabara hoy jugaría el play off y tendría por ende opciones de ascender y cumplir el objetivo, aunque la épica le obligaría a pasar tres rondas jugando la vuelta fuera de casa y contra los mejores de otros Grupos. Visto lo visto ayer, complicado. Los pitos reaparecieron en La Victoria.

Así se marchó la escuadra blanca del césped, después de que el respetable aguantara casi todo el encuentro, explotando en el cambio de Brian a diez minutos del final. El extremo estaba siendo de lo más desequilibrante de un plantel que se había reconciliado con los suyos merced a los resultados anteriores al parón navideño y el graderío no lo entendió. Abucheos y gritos de «¡Fuera, fuera!» Ahí acabó la dulce Navidad.

El Real Jaén se dejaba otros dos puntos en casa contra el filial de un equipo con el que hace solo unos meses firmó este mismo resultado y en El Arcángel, con casi dos mil ‘lagartos’ en la grada;un conjunto además que mostró ayer poco y que tras jugar todos con todos está en zona de descenso. Las vueltas que da el fútbol (y la vida).

Como consuelo queda que los blancos merecieron mejor suerte. Anduvieron espesos y sin apenas ideas, pero suyas fueron las mejores ocasiones, hasta un larguero y un balón sacado en boca de gol. Suyo también es el desconsuelo de que se escape otra vez el trabajado balón de oxígeno y calma conseguido para seguir creciendo día a día, algo imprescindible. A Aybar le toca volver a subir la montaña con la piedra a cuestas.

Los triunfos del UCAM Murcia y Cádiz, próximo equipo al que visitar, aumentan el peso. El bloque tiene mimbres para acabar jugando el play off y luchar por el rápido retorno a Segunda A, aunque cabría no desdeñar el recién inaugurado mercado invernal, y no se hará. Un atacante que cubra la baja del lesionado Urko se antoja imprescindible (era el fichaje estrella y de los mejor pagados) y un director de orquesta, necesario. Pedrito, el jugador por sus características más cercano a ese rol, ha desaparecido de las convocatorias. El resto juegan a otra cosa.

Un larguero y otra en la línea

El equipo blanco naufragó en la construcción y ni siquiera los seguros de otros días rayaron a su nivel. El otrora salvador Montero no dio demasiados motivos para pensar que alguien vaya a pagar los 250.000 euros de su cláusula de rescisión para llevárselo en este mercado invernal.

El Real Jaén llevó el peso del partido y salvo algún tramo oscuro dominó el esférico, sí. El problema era qué hacer con él. A los puntos debió en cualquier caso sumar los tres. En la primera parte un cabezazo suave de Montero, un tiro de Brian y el balón parado. Saques de esquina sin remate claro y especialmente una cesión del ayer defensa grana a Jon Villanueva, que cogió el balón con la mano. En medio de la maraña Santi Villa buscó la escuadra y el tiro se marchó alto.

El canterano Ortiz, de nuevo

Ya en la segunda mitad el Real Jaén ganó metros y comenzó el asedio. Casi por inercia llegó a las inmediaciones con escasa fortuna. La mejor ocasión la tuvo Gaitán en un disparo que se estrelló en el larguero con el cancerbero superado y Nando en el posterior rechace; respiró, colocó bien el cuerpo y buscó el hueco, pero se topó con uno de los muchos defensas que protegían la desguarnecida portería.

Los cambios tampoco cambiaron gran cosa. Además de Molina entró un partido más Pablo Ortiz, con voluntad pero algo desorientado;y Mario Martos, sin tiempo ni acierto para desnivelar la balanza. Lo hizo además por Brian, que sí lo había hecho durante el choque, con velocidad, atrevimiento y chispa, capaz de agitar el plano juego del equipo. Incluso ante una defensa cerrada, donde su rapidez luce menos.

Entre lo positivo que dejó el partido están los retornos de Nando, que cumplió, y de Sergio Molina, en cuerpo aunque aún no en alma. Entró tras el descanso pero no dio la continuidad de otros días al juego.

En portería De la Calzada dejó alguna salida por arriba dubitativa, valiente en cambio por bajo, salvando alguna acción lejos de su meta. Las contras del Córdoba B resultaron lo más peligroso: combinando bien, con algún leve destello de calidad y sobre todo con rapidez. Nada inesperado.

Con una acción así acabó el primer partido de 2015, el llamado a ser el del ascenso, con la sensación de que este Real Jaén necesita una vuelta aún para pelearlo de verdad; por suerte le queda la segunda entera.